VIENTOS LITERARIOS DE ANA INÉS SANCHEZ



 


      ARTHUR HUGHES, «El equipo de pesca completo», 1884

                                                 


VIENTOS LITERARIOS DE ANA INÉS SANCHEZ.
Por Ana Isabel Molina

Ana Inés (Argentina, 2006) es una joven escritora, ha escrito para colegios, concursos y ha sido oradora de relatos para niños. La antología de cuentos Vientos literarios la escribió con solo catorce años.



Vientos Literarios es una bellísima antología que tuve la oportunidad de leer, gracias a su autora. Son un conjunto de relatos que, si bien se leen rápido, creo que se quedan con uno el tiempo suficiente para recordarlos y convertirlos en esas historias que se vuelven hogar. Ese sitio dónde uno se siente seguro. Son cuentos acogedores que no solo enriquecen la imaginación con su narrativa y sus descripciones que reflejan belleza y bondad, sino que aportan valor a quien los lee, algo que me atrevo a decir, difícilmente consiguen autores tan jóvenes. En su antología nos encontramos historias de amistad, de asombro, de amor y de sueños y lo que significa encontrar la belleza de la vida sencilla y hogareña y de esos placeres tan simples y al mismo tiempo tan grandes que muchas veces olvidamos que existen, como la naturaleza que siempre resulta inspiradora, o los abrazos de mamá, las pláticas con amigas entrañables, o las cartas escritas a mano que tristemente hemos dejado pasar.

En una cultura tan superficial y secular como la que hoy día vivimos ver reflejados los valores de la Fe y la familia es necesario para no olvidarnos de lo que el ser humano necesita y es, a su vez, esencial para una vida satisfactoria. Es así como la Fe motiva a muchos de los personajes, el deseo de hacer el bien y de dejarse maravillar por los regalos de Dios; así leyendo estos cuentos, con los que el lector puede sentirse identificado porque los personajes se sienten reales, con aflicciones sinceras y alegrías honestas podemos entender que lo que nos hace verdaderamente humanos se esconde en Dios y todos sus dones como la familia, el amor, la amistad y la naturaleza y que esencialmente todo eso debe seguir impulsándonos a ser mejores; como la frase de Dostoievski “La Belleza Salvará al Mundo”, nuestra Fe también.

También en Vientos Literarios podemos encontrar referencias a otras obras literarias como Mujercitas de Louisa May Alcott y que en lo particular disfruté, porque varios de los cuentos de Ana me hicieron sentir que estaba leyendo historias con la misma ambientación que las de Louisa May Alcott o Jane Austen y me pareció precioso, pero como decía no solo hace referencias a obra literarias, también menciona a Isabel I de Castilla, La Católica, dónde incluso podemos leer parte de su testamento; pensando sobre esto, creo que deja ver las obras que han nutrido la imaginación, el saber y la escritura de Ana ¡Y me parece fantástico! Leer esta antología también me recordó mucho a lo que Miguel Sanmartín Fenollera menciona constantemente en su blog, la importancia de leer los buenos y grandes libros porque son aquellos los que nos acercarán a la Verdad, la belleza y la bondad, esos que nos enseñan y también entretienen aportando gran valor a nuestro saber intelectual y humano. Y como he mencionado anteriormente, encontrar esto en lectores y autores tan jóvenes llena de alegría, pues no es cosa fácil asirse con determinación a aquello que la sociedad actual se esmera en destruir ¿Acaso no vemos la calidad literaria actual? Llena de ideología.

 Así que seguir conservando estos clásicos y a esos grandes personajes permitirán que lo que se siga escribiendo de igual forma sea de calidad y aporte valor como es el caso de Vientos Literarios, sin duda una antología que refleja esa belleza y bondad que nutren a cualquier lector.

En Vientos Literarios podemos encontrar aquello que se ha ido perdiendo, la belleza de personajes reales que también reflejan algo de nosotros, y el anhelo de crecer en virtud y para ello necesitamos no perder la dirección y seguir por el buen camino, donde va el viento.

 

“—Lo que diré ahora es para que te dure para toda la vida. Nunca estaremos conformes con nada, nunca, aunque tengamos todo lo que necesitemos. Siempre estaremos en busca de algo más, porque no hay nada que llene ese vacío que será llenado en el Cielo. Somos seres inconformes, piratas sin cofres llenos, mares sin agua, jardineros sin flores en su jardín. Pero aun así lo podemos llenar pidiéndole al tata Dios que colme ese vacío con fuego, con fuego de amor.”   Ana Inés Sánchez 












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