VIENTOS LITERARIOS DE ANA INÉS SANCHEZ
Ana Inés (Argentina, 2006) es una joven escritora, ha escrito para
colegios, concursos y ha sido oradora de relatos para niños. La antología de
cuentos Vientos literarios la
escribió con solo catorce años.
Vientos Literarios es una bellísima
antología que tuve la oportunidad de leer, gracias a su autora. Son un conjunto
de relatos que, si bien se leen rápido, creo que se quedan con uno el tiempo
suficiente para recordarlos y convertirlos en esas historias que se vuelven
hogar. Ese sitio dónde uno se siente seguro. Son cuentos acogedores que no solo
enriquecen la imaginación con su narrativa y sus descripciones que reflejan
belleza y bondad, sino que aportan valor a quien los lee, algo que me atrevo a
decir, difícilmente consiguen autores tan jóvenes. En su antología nos
encontramos historias de amistad, de asombro, de amor y de sueños y lo que significa
encontrar la belleza de la vida sencilla y hogareña y de esos placeres tan
simples y al mismo tiempo tan grandes que muchas veces olvidamos que existen,
como la naturaleza que siempre resulta inspiradora, o los abrazos de mamá, las
pláticas con amigas entrañables, o las cartas escritas a mano que tristemente
hemos dejado pasar.
En una cultura tan superficial y secular como
la que hoy día vivimos ver reflejados los valores de la Fe y la familia es
necesario para no olvidarnos de lo que el ser humano necesita y es, a su vez,
esencial para una vida satisfactoria. Es así como la Fe motiva a muchos de los
personajes, el deseo de hacer el bien y de dejarse maravillar por los regalos
de Dios; así leyendo estos cuentos, con los que el lector puede sentirse
identificado porque los personajes se sienten reales, con aflicciones sinceras
y alegrías honestas podemos entender que lo que nos hace verdaderamente humanos
se esconde en Dios y todos sus dones
como la familia, el amor, la amistad y la naturaleza y que esencialmente todo
eso debe seguir impulsándonos a ser mejores; como la frase de Dostoievski “La Belleza Salvará al Mundo”, nuestra Fe también.
También en Vientos Literarios podemos
encontrar referencias a otras obras literarias como Mujercitas de Louisa May Alcott y que en lo particular disfruté,
porque varios de los cuentos de Ana me hicieron sentir que estaba leyendo
historias con la misma ambientación que las de Louisa May Alcott o Jane
Austen y me pareció precioso, pero como decía no solo hace referencias a
obra literarias, también menciona a Isabel
I de Castilla, La Católica, dónde incluso podemos leer parte de su testamento;
pensando sobre esto, creo que deja ver las obras que han nutrido la imaginación,
el saber y la escritura de Ana ¡Y me parece fantástico! Leer esta antología
también me recordó mucho a lo que Miguel
Sanmartín Fenollera menciona constantemente en su blog, la importancia de
leer los buenos y grandes libros porque son aquellos los que nos acercarán a la
Verdad, la belleza y la bondad, esos que nos enseñan y también entretienen
aportando gran valor a nuestro saber intelectual y humano. Y como he mencionado
anteriormente, encontrar esto en lectores y autores tan jóvenes llena de
alegría, pues no es cosa fácil asirse con determinación a aquello que la
sociedad actual se esmera en destruir ¿Acaso no vemos la calidad literaria
actual? Llena de ideología.
Así
que seguir conservando estos clásicos y a esos grandes personajes permitirán
que lo que se siga escribiendo de igual forma sea de calidad y aporte valor
como es el caso de Vientos Literarios,
sin duda una antología que refleja esa belleza y bondad que nutren a cualquier
lector.
En Vientos Literarios podemos encontrar
aquello que se ha ido perdiendo, la belleza de personajes reales que también
reflejan algo de nosotros, y el anhelo de crecer en virtud y para ello necesitamos
no perder la dirección y seguir por el buen camino, donde va el viento.
“—Lo
que diré ahora es para que te dure para toda la vida. Nunca estaremos conformes
con nada, nunca, aunque tengamos todo lo que necesitemos. Siempre estaremos en
busca de algo más, porque no hay nada que llene ese vacío que será llenado en
el Cielo. Somos seres inconformes, piratas sin cofres llenos, mares sin agua,
jardineros sin flores en su jardín. Pero aun así lo podemos llenar pidiéndole
al tata Dios que colme ese vacío con fuego, con fuego de amor.” Ana
Inés Sánchez



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