Sir Gawain y el caballero verde. Ciclo Artúrico






Sir Gawain y el caballero verde. Ciclo Artúrico

Descubrí el ciclo artúrico o las leyendas artúricas casi como llevada de la mano de Tolkien, pues leerlo me llevó a buscar sobre todo aquello que lo inspiró para escribir El Señor de los anillos, porque después de leer El Hobbit, me reencontré con la literatura, esa que no sabía que llevaba tiempo buscando y así de a poco me vi envuelta en leyendas medievales con castillos, magos, reyes, magia y una serie de nobles caballeros. Y así conocí a Sir Gawain.

Sir Gawain es uno de los caballeros de la mesa redonda del Rey Arturo y de los más antiguos del ciclo apareciendo en diferentes versiones como personaje secundario, su aparición más formal se le atribuye a Chrétien de Troyes, poeta francés, en algunas de sus obras como Percival o el cuento del Grial o el caballero del león del siglo XIII.

Sir Gawain es hijo de la hechicera Morgause, la hermana de Arturo y por tanto sobrino del rey. También es primo de Mordred y la reina Ginebra, la esposa del rey Arturo. Sir Gawain fue uno de los más notables caballeros de la mesa redonda pues sus cualidades lo hacen aparecer en las historias como el héroe o el acompañante del héroe. Además, algunas fuentes mencionan los poderes que tenía Sir Gawain, pues sus poderes iban y venían con la salida y el ocultamiento del sol, esto particularmente se toma de la versión celta de la leyenda y por ello Gawain prefiere combatir a la luz del día porque su fuerza es mayor. Es leal a su rey, defensor de los pobres y un verdadero caballero con las damas, Tolkien hace referencia a esto:

“Sir Gawain, era el más admirable, cuya gloria crecía al oscurecer los tiempos, puro e intrépido, probado repetidas veces sin igual, entre caballeros fortaleza y defensa en un mundo en decadencia”

Para Tolkien fue el caballero más importante porque a diferencia por ejemplo de Sir Lancelot, Gawain nunca incurrió en adulterio, manteniéndose  puro en virtud.

Sir Gawain es una obra de autor anónimo escrita a finales del Siglo XIV en inglés medio, el título es posterior al poema, pues el autor nunca escribió o especificó un título para la obra.  Como he mencionada anteriormente, también tiene influencia y bebe de la tradición celta de Irlanda, Gales e Inglaterra. La obra se conserva en un único manuscrito en la British Library de Londres. Como parte de la trama, podemos leer sobre un par de tradiciones típicas: El juego de la decapitación y el intercambio de premios.

Sir Gawain y el caballero verde comienza cuando se están celebrando los días de navidad en Camelot, estando toda la corte del rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda presentes en las celebraciones, estas se ven drásticamente interrumpidas por un caballero que irrumpe en la escena, va todo ataviado de verde incluido su corcel.

 “Todo en aquel desconocido era del más puro verde: el brial ajustado y ceñido en la cintura; su rica capa, sobre el brial, forrada de finísima piel, con la caperuza retirada y echada sobre los hombros; calzas elegantes del mismo color, ajustadas hasta arriba y cogidas en la pantorrilla, con tintineantes espuelas de brillante oro debajo, sujetas sobre bandas de seda bordada; pero los pies del jinete estaban desnudos de toda armadura. En verdad, sus vestidos eran de vivo verde, así como los tachones de su cinto y las piedras ricamente dispuestas en sus hermosísimos atavíos y en la silla, sobre gualdrapas de seda.

Sería tedioso enumerar una décima parte de los detalles bordados y repujados que llevaba, pájaros y mariposas de llamativos matices de verde adornados con hilo de oro. La gualdrapa delantera del caballo, su grupa arrogante, los clavos y botones de la brida, así como los estribos donde apoyaba los pies, eran todos del mismo color; y lo mismo el arzón resplandeciente y centelleante de preciosas piedras verdes. En cuanto al corcel, era en todo semejante al jinete que lo montaba: verde, tremendo, fogoso, brusco... ¡un corcel digno de su dueño! 

Sin embargo, no vestía cota, ni yelmo, ni peto, ni pieza alguna de armadura, ni escudo y lanza con que parar y atacar, sino que traía en una mano un ramo de acebo, planta que ostenta el verde más intenso cuando los árboles se ven pelados y sin hojas, y en la otra, una hacha enorme y monstruosa, arma despiadada para quien tuviese que describirla: tenía su hoja una ana de largo, y su punta era de verde oro batido y acero; bruñida y de ancho filo, era tan afilada como una navaja barbera. El feroz desconocido la tenía cogida por su sólido mango forrado de hierro y con preciosos adornos grabados en verde. Enroscándose en ella, la recorría de un extremo al otro una cinta con abundantes y costosas borlas y adornos de reluciente verde ricamente bordados.”

Después de esta entrada, el caballero mirando fieramente a todos los presentes se dispone al reto, el juego de la decapitación que ya he mencionado anteriormente, sin embargo, el caballero se presenta sin ánimos de lucha ni combate pues está claro que el motivo que lo ha llevado es la fama de caballería que se rumora, tiene la corte de Arturo. Y es aquí cuando Sir Gawain, fiel a su rey se presenta voluntariamente ante el caballero verde aceptando el reto que este presenta.

 “Si hay alguno en esta corte que se tenga por espíritu audaz, y de sangre y alma fogosa, y que se atreva a descargar un golpe a cambio de otro, le daré como presente esta hacha costosa; esta hacha, bastante pesada, para que él la utilice a su gusto. Yo esperaré el primer golpe, tan desarmado como voy montado aquí. Si hay algún hombre tan fiero que quiera probar lo que aquí propongo, que venga a mí sin más demora y se haga cargo de esta arma; se la entrego para siempre. Entre tanto, yo aguardaré impasible su golpe, a pie firme, en el mismo suelo, con tal que pueda yo asestarle otro sin reparo. Sin embargo, le concederé el plazo de un año y un día. ¡Así que venga pronto ahora, quienquiera que se atreva a responder!”

El caballero acepta al voluntario y así es como dentro de un año y un día tendrán que volver a verse para terminar el juego, dejando pactado el sitio de encuentro, pues ahora es Sir Gawain quien tendrá que ir en busca del caballero verde, conocido por muchos como El caballero de la capilla verde.

No contaré que sucede después pues para eso bien valdría leerlo y gozar de las aventuras de Sir Gawain, pero sí que este es solo el comienzo de las pruebas que ha de enfrentar Sir Gawain, y como comenta Luis Alberto de Cuenca, su viaje en esta historia no es más que su propio juicio divino de donde saldrá purificado en valor y lealtad, rico en templanza y al final, a su regreso a casa, a la corte del rey Arturo, habrá vencido todos los peligros, incluso el de extraviarse a sí mismo en el futuro.



En el poema podemos encontrar un fuerte sentido moral, pues las virtudes caballerescas son puestas a prueba, al mismo tiempo tiene un sentido religioso pues algunas características de Sir Gawain son por ejemplo su fidelidad y servicio a la Virgen María, en su escudo el emblema que lleva simboliza los cinco gozos de María y las cinco llagas de Cristo, así como el detalle que podemos leer cuando antes de partir de Camelot en busca del Caballero verde, escucha misa , este simbolismo cristiano prevalece y se lee durante todo el poema a pesar de que también podamos encontrarnos con elementos mágicos y mitológicos.

Como ven este poema es rico en cultura, valores y belleza, definitivamente vale la pena leerlo, es rescatar del pasado y de un largo transcurrir, aquello que siempre ha embellecido al hombre, aquello que le da verdadero sentido. No dejemos que aquello que engrandece nuestra alma, se pierda particularmente hoy que vivimos en una sociedad frívola, cómoda y en su mayoría deprimida, pues hemos perdido de vista la meta y también es nuestro deber volver la mirada a aquello a lo que hemos sido llamados.







Comentarios

  1. Pienso que en este caso, el símbolo del caballero es paradójico, porque expresa simultáneamente la sencillez de la santidad cristiana, privada de ostentaciones, y la excelencia de la nobleza aristocrática, desbordante de exuberancia... Y creo que de eso va la moraleja de "Sir Gawain y el caballero verde", que Cristo puede hacer maravillas con el barro del dolor inmerecido, siempre y cuando el corazón sencillo se deje moldear por la prueba de fuego, así como puede reducir a ceniza las maravillas del placer ilícito, que no resiste el calor del crisol y deja al corazón sin la nobleza del amor sincero.

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